Page 7 - Crisis 14
P. 7
ffffffff



Antropológico y costumbrista, me recias de por sí3 y ahora más asen- chófer rural que otra cosa, pues su 

lanzo a amenizar el condumio:
tadas, y nos lanzamos a comprobar elocuencia sólo se desata ante un 
—Hijos nacidos de madre,
cómo los habitantes del lugar han comentario malévolo sobre las par- 

que alguien categorizó como locos, heredado esa costumbre de los ticularidades de los que habitan un 

fueron traídos a Luesia durante el chalados de mirar ijo y con incom- lugar cercano.
transcurso de los setenta en uno de prensible interés a quien por allí se Dejamos a un lado la ermita de 

aquellos programas experimentales aventura.
la Virgen del Puyal, que se desmo- 

que pretendían que los tales vivie- —Tal vez les afectan las femeni- rona, y acometemos una pista que 
sen en comunidad y más o menos les turgencias de Florita —aventura sigue el curso del río hasta el aban- 

mixturados con los residentes. Se Lucas.
donado lugar de Sibirana, que se dis- 

trataba de una de esas excrecencias —Es que ellas también miran putan Luesia y Uncastillo. Bellísimo 
de la antipsiquiatría, tendencia pro- —contraataca la mentada.
paraje lo llama Bernabé Cabañero y, 

mocionada por Laing y Basaglia, —Por algo será —me pavoneo.
a fe, que es así5.

creo recordar, que, a su vez, recogían —Será porque no saben quiénes Paramos allí con el objeto de 
los ecos de las proclamas surrealistas somos y darían media vida por ave- tentar la bota, quedarnos boquia- 

que exigían el licenciamiento de las riguarlo —dictamina Asís.
biertos ante el disparatado castillo 

tropas, el derrocamiento o asesina- La carnicería ostenta en primer roquero y relexionar sobre el tempus 
to del Papa y del Dalai-Lama y la plano varias cabezas de cordero, fugit, el sic transit gloria mundi y el 

libertad para locos y delincuentes. convenientemente desolladas con collige virgo rosas.

¡Siempre el Arte marcando caminos sus ojitos saltones y todo4. Asís y yo, —Collige virgo rosas —le digo a 
anticipatorios a la sociedad! Por aprensivos, —humanistas al in— Florita.

aquí, al principio, los miraban con nos quedamos en la puerta y Florita —Hola —me contesta, frun- 

curiosidad no exenta de recelo. En y Lucas, ella, como hembra avezada ciendo ingenuamente la naricilla.
cuanto empezaron a mirar a las mo- a los misterios del ciclo de la concep- Me amosco:

zas con la ijeza que les es propia, los ción, y él, como leguleyo, ducho en —No se trata de que digas 

antiguos residentes entraron a torcer las miserias humanas, se las apañan “Hola” sino “¿Qué?” y yo te pueda 
el morro y los alunados tuvieron que con el tendero.
endilgar unas adecuadas lecciones 

hacer las maletas.
en forma de tostada sobre esta cita 

A unos y a otros les faltó pacien- La salida
latina, que, constituyendo las pri- 
cia, achaque —dicen— muy espa- Este narrador de fuste tiene meras palabras de una oda del poeta 

ñol. Quizás, los turulatos debieron sus inluencias. La Comunidad de Ausonio, hoy sirven para designar

demorar el uso de la mirada de le- EntreArbas nos ha preparado un a los poemas que estimulan al goce 
chuza y los lugareños tener un poco campanudo Nissan Patrol, provisto de la juventud en forma de disfrute 

más de correa. Y, a los teóricos de la de chófer, guía o alguacil para que carnal antes de que el tiempo airado 

guilladura, aguante para aguardar a nos acerque a las fuentes del Arba cubra de nieve la hermosa cumbre. 
que el elemento rural estuviera pre- de Luesia. El aludido resulta más
Por cierto, que Machado en el soneto 

parado y concienciado para alternar “Rosa de fuego” retoma la cuestión, 

con los locatis. Cosas que, quizá, 3 Sí, el maestro decía que no se pueden cosa que resulta sorprendente en tan 
sucedan cuando San Juan baje el juntar dos preposiciones, pero este libelo timorato personaje: «...y aun bebed 

dedo2.
tiene un carácter eminentemente popular y sin temor la dulce leche/que os brin- 
hasta bobo. Es más, SÍ se pueden juntar dos 
Cuando no me mira ni el gato da hoy la lúbrica pantera/antes que, 
que, en todo caso, aila sus uñas y preposiciones.
torva, en el camino aceche /...con
4 Aprovecho para saludar a Caroline
jamón y vino ya pugnan por simbio- que, comisionada en Calcena para adquirir la rosa de fuego en vuestra mano», 

tizarse con nuestros jugos gástricos, unos iletes de jamón con los que rellenar el dice. Así que toma nota.
alzamos nuestras humanidades, ya
bocadillo, se topó con esta visión infernal, —Por mí no hay inconveniente.

incrementada con el adorno de unos cuantos 
chichorros colgantes y conejos despelleta- 
Alude a San Juan Evangelista, como dice dos. El mareo que trajo compensóse —fue Al que quiera saber algo en torno a
2 5 
el paremiólogo José María Sbarbi, señalando su dicterio— con la notable y pedagógica los pedruscos magníicamente dispuestos 
la asunción de la virgen a los cielos o a San información que ello le proporcionó sobre que abundan por estas anfractuosidades

Juan Bautista, que señala al cordero divino: nuestros usos y costumbres, necesitada como se le remite a tan caviloso erudito: Bernabé 
“Ecce agnus dei”, como quiere el gran Iriba- estaba de adquirir datos en torno a nuestra Cabañero Subiza, Los orígenes de la arquitectura 

rren. La frase del dedo y otras similares, como idiosincrasia ya que la susodicha es autora de medieval de las Cinco Villas (891-11105): Entre la 
la de “cuando las ranas críen pelo”, solía la primera tesina sobre nuestro zaragozano tradición y la renovación, Centro de Estudios 
enunciarlas con retintín una de mis primeras Oasis, a cuyas representaciones acudió en de las Cinco Villas, Cuadernos de las Cinco 

novias cuando yo me empeñaba en demorar sus últimos tiempos con tanto pasmo como Villas no 3, Ejea de los Caballeros, 1988. El 
sus proyectos de consolidar la pareja.
fascinación.
título es largo pero el libro no.


7

   5   6   7   8   9